Altercado en el cementerio municipal por la colocación de un centro de flores
Se vieron implicados varios miembros de una misma familia que discutían sobre dónde debía poner cada uno sus flores en la lápida.
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El día de Todos los Santos es un día en el que tradicionalmente las familias se desplazan a rendir homenaje y recuerdo a los seres queridos que han fallecido, y del mismo modo existe un ritual que consiste en poner los centros de flores como adorno y regalo a los que ya no están con nosotros. Sin embargo, este hecho aparentemente inocente puede provocar una discusión acalorada, como así pasó. Testigos presenciales relatan como en una lápida del Patio de San Pedro se comenzaron a oír gritos y empujones de forma súbita entre varios miembros femeninos de un clan familiar con la rotura de los centros de flores y de varios ramos. Según nos cuentan los mismos testigos, el enfrentamiento comenzó cuando una de las hermanas e hija del difunto y que vive en Valencia colocó sus flores delante de las de la hermana que vive en Valdepeñas, más pegadas a la cruz; en ese momento llegó la hermana de aquí y las quitó, cambiando el orden de las mismas y diciendo "pues si hombre, con lo mal que te has portado con papa y ahora vienes con las flores a ponerlas las primeras; si no pisas por aquí, y hemos tenido que limpiar la lápida la Vane y yo".
Tras esas palabras, la hermana de Valencia respondió que ella no podía hacer más de lo que hacía porque vive fuera, y de más hacía que se llevaba a su madre por meses a un piso muy pequeño, "no como tú, que te quedaste la casa con la excusa de cuidar a padre y a madre". En ese momento intervino una de las sobrinas residentes en Valdepeñas -la Vane- cogió las flores y las tiró al suelo, comenzando las voces e insultos que llamaron la atención e hicieron intervenir a algunos conocidos que estaban por allí. El tumulto coincidió con la llegada de los maridos que traían más flores, quienes sin saber muy bien lo sucedido procedieron a separar a sus mujeres sin entrar en más polémica. Según los testigos, solo se oyó al valenciano decirle a su mujer: "Che, deja a la gentuza de tu hermana y vámonos de esta mierda de pueblo", a lo que respondió la Vane tirándole un cepillo que estaba en una de las fuentes de agua.
Al final, una vez se tranquilizaron los ánimos y tras recoger los desperfectos, la Vane y su madre pusieron las flores en todo el centro de la lápida y bien cerca de la cruz.