Atienden a dos jóvenes con síntomas de asfixia en una fiesta de Halloween
- Redacción
- 2 nov 2016
- 2 Min. de lectura
Llevaban puesta una máscara de látex de Freddy Krueger con un jersey de lana.

La noche de Halloween se celebra cada vez más en nuestro país, y como no también en Valdepeñas. Lo que prometía ser una noche de alegría casi acaba en desgracia en la cocinilla de José Alberto P.M. cerca del asilo. "Habíamos pensado en hacer una fiesta de disfraces en la cocinilla de mi padre, y aprovechar la chimenea para asar un poco de mesao", afirma José Alberto. "Quedamos por el watsap que tendríamos que ir disfrazados para cenar y beber algo antes de ir al centro; madre mía la que se podía haber liao", continúa José Alberto cariacontecido. Al parecer, aunque la cocina tiene unas dimensiones aceptables, se quedó pequeña para la cantidad de gente que acudió a la llamada fruto de las nuevas tecnologías y redes sociales."Había gente que no había visto en mi vida, ¡ahí va la virgen! Yo no hacía na mas que abrir la puerta, hasta que la dejé abierta para que entrara to el mundo", relata el organizador del evento.
El problema surgió cuando se encendió la chimenea:" Empezamos a tener hambre y encendimos la lumbre con unas cepejas que tenia mi padre por ahí; lo que no sabía era que la chimenea hace un poco de humo, y se lió", continúa José Alberto. Los amigos Antonio R.L y Rubén P.D, no eran fijos de la pandilla, pero iban con dos chicas que sí lo eran y decidieron pasar con unos disfraces algo inadecuados para este tipo de lugares: Una careta de Freddy Krueger de látex, de esas que tapan cara y cabeza entera, y un jersey de lana a rayas, algo que daba mucho calor y dificultaba la respiración. El humo resultante y el calor más la aglomeración de la gente tuvo como resultado el fatal desenlace.
Al cabo de una hora de soportar esa situación y cuando se disponían a comer los chorizos, ambos amigos comenzaron a encontrarse indispuestos, con sensación de ahogo y sudoración, comenzando a perder el conocimiento. "Nos llevamos un susto muy grande, comencé a hablarles y vi que no respondían, apoyados en la pared; lo que pasa es que como llevaban la careta parecía que estaban haciendo el papel de zombie", afirma una testigo. "Nos dimos cuenta de que algo pasaba cuando una amiga quemó a uno con un cigarro sin darse cuenta y no reaccionó; le quitamos la careta y estaba morado, como su amigo", concluye la testigo. En ese momento los sacaron en mitad del patio y les dieron aire con el fuelle, recuperándose al cabo de unos minutos, no precisando asistencia sanitaria.
Una vez recuperados, siguieron la fiesta con la cara pintada con un corcho quemado.
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