La Gran Luna deja un balance de 48 partos y 37 casas de campo asaltadas
El impacto de este fenómeno astronómico ha superado con creces lo puramente estético.
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La belleza de la naturaleza y su peculiaridad es frecuentemente admirada por el ser humano. Ayer ocurría uno de esos hechos históricos por su escasa frecuencia y que consistía en un acercamiento lunar que provocaría una mayor visibilidad de la misma. Sin embargo, los efectos de este fenómeno no han pasado desapercibidos ya que repercuten de alguna forma en el ser humano, sobre todo en la mujer embarazada debido a que la atracción lunar acelera el momento del parto. Así, se han visto incrementados el número de alumbramientos en una sola noche, en algunos casos ni les ha dado tiempo acudir al hospital. "A mí me pilló de sopetón", afirma Noelia M.G, "estaba tan tranquila en casa cuando de pronto noté unas sacudidas y un fuerte dolor de parto que hizo que solo me diera tiempo de sentarme en el sofá y dar a luz; mi marido que estaba conmigo no sabia que hacer, y empezó a hervir agua y a sacar las toallas de la dote, como en las películas", añade. Algo parecido ocurrió a Sonia L.P, que aunque le quedaban tres semanas se sintió indispuesta en la calle cuando volvía de comprar, pasó al Bar Primi para ir al servicio y se tuvo que marchar porque estaba ocupada por otra embarazada que estaba de parto, teniendo que dirigirse al salón de juego de enfrente a solicitar ayuda; los clientes además de atenderla y llamar a la ambulancia hicieron una quiniela sobre si iba a ser niño o niña. Además de estos casos, los servicios sanitarios realizaron un total de 28 salidas para atender partos -algunos en coches en mitad de la calle- produciéndose el resto en el hospital, todos desde el momento de la salida de la luna.
Otros de los sucesos acaecidos ha sido el asalto a casas de campo debido a la magnífica luz proyectada por el astro lunar. "Parecía una bombilla led en mitad del campo", señala Pedro M.T, agricultor afectado. "Ibas por el camino de la Torre como si fueras por la Avenida de las Tinajas; no les ha hecho falta ni linternas con la jodía luna esa; a mi me han abierto mi caseja, pero según han dicho en los corrillos de la plaza no he sido el único: las casas de la Encomienda las han dejao listas", relata.
Sin duda, la Gran Luna va a ser inolvidable.