El cerro de San Blas pasará a llamarse cerro de San Cristoblas
Así se ha decidido por mayoría simple en un cónclave de la gestora formada por partidarios de ambos santos.
Por fin, tras varias décadas de litigios ya se ha llegado a un acuerdo para conseguir un único nombre para el pequeño cerro situado al sur de nuestra localidad. Y es que para este montículo, el nombre de San Blas se alternaba indistintamente con el de San Cristóbal según se fuera más afín a uno u otro santo. "Yo siempre le he llamado San Blas, incluso nos íbamos allí de romería para celebrar este santo en Febrero", afirma Juan Antonio G.P, recordando viejos tiempos. "De todas formas, ya era hora de que se eligiera un nombre, porque daba lugar a confusión", añade.
Para resolver el conflicto se creó el pasado mes de Marzo una gestora compuesta por cuatro miembros a favor de uno y otro nombre, siendo presidida por un capellán para intermediar en el conflicto y cuyo voto de calidad ha servido para desempatar. "Tras varias reuniones maratonianas en el Bar Casa Nicol no eramos capaces de llegar a un consenso; por eso se pensó en hacer un cónclave como los cardenales en el Vaticano, estando encerrados en dicho bar durante 18 días", relata el capellán. "Ha sido insoportable, todo el día a base de anís y cañas de cerveza; lo peor ha sido el olor, porque no podíamos ni salir a ducharnos. Menos mal que no estamos en verano, que si no acude hasta el tifus", señala unos de los miembros partidarios de San Blas. Poco a poco y según iban pasando los días, multitud de personas se fueron congregando en los alrededores debido a los gritos de las esposas de los participantes, quienes pensaban que era una excusa de éstos para no volver a sus casas y estar más tiempo en el bar. "Yo se que mi Juan es muy barista, así que no me extraña que se meta en estas cosas aunque le importe un pimiento como se llame el cerro de las narices", nos cuenta alterada Mariluz.
Al final, bajo la mirada atenta de los allí presentes, se produjo la conocida fumata blanca de la chimenea extractora del bar que además de llevar olor a setas, indicaba que la decisión estaba tomada: "¡Habemus nombre!, ¡habemus nombre!", gritaba la muchedumbre. En ese momento, salió el capellán para comunicar el resultado: "Tras duras negociaciones y bajo las presiones de los dueños del Bar, tengo que comunicar que hemos acordado el nombre del cerro, y será de San Cristoblas; están los dos nombres, así todos contentos", concluyó. Las puertas se abrieron y fueron saliendo los componentes de la gestora con un recibimiento algo frío por parte de sus esposas. "Pues no se estaba mal, como haya que encerrarse otra vez para elegir algo que cuenten conmigo", declara Alfonso P.M a la salida.
La decisión será enviada la próxima semana al Ayuntamiento para que proceda al cambio oficial de nomenclatura.
