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Lo llevan al hospital por darse un atracón en una degustación en el HiperSimply

Redacción

Ocurrió durante la promoción de una marca de embutidos de Castilla León en dicho supermercado.

Que lo que es gratis sabe mejor es algo que nuestro vecino Luis A.M. conoce perfectamente. Tanto, que ha necesitado asistencia sanitaria tras su aventura en el supermercado Simply la pasada tarde mientras hacía la compra con su señora. "Yo voy a comprar con mi mujer para acompañarla y empujar el carro, pero la verdad me aburro bastante. Por eso cuando se acercó una azafata y me ofreció unas lonchas de embutidos de Salamanca en una bandeja vi el cielo abierto", relata Luis. Según hemos podido saber, fueron 2 kilos y 400 gramos repartidos entre salchichón, chorizo, lomo y jamón. "Al principio me dió un poco de corte coger, pero la azafata me animó y fue mi perdición. Una vueltecica y otra, con el carro por to el supermercado haciéndome el despistado para volver a coger. Una vez la señorita me dijo: '¿Otra vez?', y tanta vergüenza me dio que fui al coche a por las gafas de sol y un sombrero de propaganda de Cereales Pepillo para que no me reconociera", señala Luis.

"Se creía que soy tonta, pero lo reconocí en seguida", afirma la azafata. "Después de media hora dando vueltas y cogiendo embutidos una se queda con la cara, por muy camuflado que venga. Vergüenza ajena pasé", continúa. Al parecer, Luis lo hizo de tal forma que su mujer no se dió cuenta, aunque le extrañó lo de las gafas de sol y el sol, por lo que cuando le preguntó el motivo manifestó que era porque le molestaba la luz. "Menudo pájaro, encima me echa mentiras", afirma enojada la esposa. El problema vino después, una vez en casa: "Cuando pasó un rato y empecé a hacer la digestión de todo lo que me había comido vi que no lo iba a solucionar ni el omeprazol ni el Almax", nos cuenta nuestro protagonista. "Empezó a dolerme la barriga y a encontrarme muy mal, y aunque me di unos paseos y estuve una hora en el wáter no había na que hacer, cada vez peor", relata. "Así que cogí y le dije a la Manoli: 'Vámonos a urgencias que me muero', y así lo hicimos", añade.

Tras varias horas en observación se diagnosticó un empacho con subida de ácido úrico y colesterol que fue mejorando con calmantes y una dieta. "He aborrecío el cerdo", concluye.

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