Deja a sus hijos en la puerta del colegio y se da a la fuga
Detienen a la madre en la Cafetería Balbuena con síntomas de ansiedad comiéndose una tostada y un café con leche.
Las vacaciones escolares de Navidad acaban de comenzar y ya se han cobrado las primeras víctimas. Los hermanos David y Natalia L.P, de 8 y 6 años respectivamente, fueron encontrados solos en la puerta del colegio 'Lorenzo Medina' de nuestra localidad a las 10:15 de la mañana de hoy con evidentes signos de aburrimiento. "Los vi la primera vez cuando iba a comprar a la plaza, pero que después de hora y media siguieran allí me extrañó mucho, y me acerqué a hablar con ellos", relata Antonia M.N, vecina del colegio y quien dio la voz de alarma. "Les pregunté que hacían allí solos y con la cartera del cole, y me dijeron que su madre los había dejado allí como todos los días, pero que como estaba cerrado no podían pasar". Al oír esto se echó las manos a la cabeza y les dijo que se fueran a su casa, acompañándolos ella personalmente. "Me quedé ojiplática, no me lo creía; les dije que eran vacaciones y no había colegio, por lo que su sitio estaba con sus padres", afirma Antonia.
Una vez encontraron el domicilio, llamaron varias veces a la puerta pero nadie contestó. "Entonces me puse nerviosa y avisé a la autoridad", añade. Y así fue, tras más de una hora de búsqueda al tener la madre el móvil fuera de cobertura y gracias a la colaboración ciudadana pudieron localizar a Mª Teresa P. M comiéndose un desayuno como hacía de costumbre en la Cafetería citada anteriormente con claros síntomas de ansiedad. "Cuando le pidieron la documentación no hacía caso y sin apartar los ojos del café repetía: 'ya no puedo más, ya no puedo más... y llevo solo cuatro días de vacaciones, no puedo más...todo el día con ellos....', balanceándose de atrás adelante y con un tic en el ojo derecho; daba miedo verla", afirma una testigo de los hechos.
Tras despertarla del trance fue preguntada si era la madre de los dos niños encontrados, y tras verlos, reaccionó de una forma histérica gritando y chillando de tal forma que tuvo que ser reducida, debiendo ser tratada por psicólogos: "Ellos le decían que no se preocupara, que pronto acabarían las vacaciones y que estaba Chicolandia para entretener a los niños o llevarlos a casa de la abuela; incluso me ofrecí a echarle una mano", continúa la testigo.
La detenida fue liberada a las pocas horas y acompañada por su hermana al domicilio, ya que el marido trabaja con un camión y estaba de ruta. "Todo me toca a mi", señalaba antes de entrar en el coche.
