Un niño se convierte en adulto esperando en una cola de Chicolandia
El elevado tiempo de espera para subir a una de las atracciones ha dado lugar al envejecimiento del niño.
Juan Manuel L.P. acudió a su cita anual en Chicolandia con 10 años de edad y salió con 42 en una sola tarde. Nadie daba crédito a lo sucedido, incluidos los padres, quienes fueron atendidos por un ataque de nervios al comprobar que su hijo envejeció 32 años mientras esperaba en una de las colas. "Se hacen eternas, yo una vez vi a un niño en un cochecito que cuando iba a subir al hinchable estaba ya en 3º de la ESO, concretamente en el Gregorio Prieto", apunta Amalia, visitante habitual.
No solo pasa con los niños, si no también con algunos adultos: "Yo una vez que fui con mi hijo tras estar en una de esas colas noté que me costaba andar y que la gente me llamaba 'abuelo'; incluso me tuvieron que ayudar a cruzar la calle", señala otro testigo que prefiere permanecer en el anonimato y que se encuentra en el asilo desde entonces.
Según nos cuenta la misma testigo, "es también habitual que haya niños que sean expulsados de los talleres por superar la edad aunque si la tuvieran al ponerse en la cola; una vez en la pintura de caras echaron a un chaval porque durante la espera ya le había salido bigote". Según expertos consultados por este diario las posibles causas serían el elevado tiempo de espera junto con un nivel de aburrimiento de 9 en la escala de Barlow (escala que abarca de 0 a 10). Sin embargo, los mismos expertos señalan que a veces es buena esta situación ya que obliga a los padres a relacionarse entre ellos y a entablar conversaciones con alguien que en otros casos no saludarías, sirviendo para retomar viejas relaciones o a comenzar nuevas. "Yo coincidí con una amiga del instituto con la que no tenia buena relación y acabamos de cena; eso sí, dejamos a los niños en la cola con los maridos, ja,ja,ja", relata Toñi.
Como parte positiva, señalar que nuestro protagonista Juan Manuel salió con 42 años y con la carrera de Telecomunicaciones, algo que no siempre ocurre.
