Un Page Real es reconocido por su sobrina debido a la halitosis
Ocurrió durante el acto de entrega de cartas a los Reyes Magos.
La pasada tarde se celebraba en la Plaza de España de nuestra localidad un acontecimiento ilusionante para la totalidad de los niños valdepeñeros: la entrega de cartas a los Pages para Sus Majestades de Oriente. Desde el consistorio no escatiman esfuerzos para este tipo de eventos en los que se representan de forma tradicional a unos Pages enviados por los magos para que se encarguen de recoger los deseos escritos por la chiquillería. Así, Cristina M.L. de 7 años de edad, hizo cola durante más de 50 minutos para entregar su carta a los Pages con una ilusión desmedida, mirando continuamente a los enviados reales.....hasta que llegó el momento.
"Nadie se imaginaba que pasara esto; la llevé con toda la ilusión del mundo, y ella me decía: 'Mamá, se la voy a entregar al Page del Rey Melchor, que es mi favorito'. Se le veía en la cara la magia del momento", afirma Maricarmen, su madre. "Todo iba bien a pesar de la espera, riendo, jugando... hasta que le toca la vez y vimos que el Page que ella quería estaba ocupado y solo quedaba libre el del Baltasar; me quedé horrorizada porque ahí estaba mi cuñado, y tenía miedo que lo reconociera", continúa Maricarmen. "Sin embargo, debido al maquillaje y a las ropas era muy difícil de identificar, y más para una niña, así que al principio todo discurrió con normalidad hasta que justo antes de acabar se le acercó a la cara para preguntarle algo y ocurrió el desastre", relata la madre.
En ese fatídico momento y según testigos presenciales, la niña se quedó mirando al Page muy seria y le dijo: "Tito, ¿eres tú?", y tras la negativa del tito aclaró:"Sí, eres tu, porque te huele la boca igual de mal que cuando te veo los domingos en casa de la abuela". En ese momento, la madre retiró a Cristina del Page justo cuando comenzaba a llorar gritando:"No puede ser, no puede ser, es mi tío y no es el Page", con la sorpresa de los allí presentes teniendo que ser apartada tapándole la boca para no levantar sospechas entre los demás niños congregados.
Al final, varios familiares acogieron a Cristina y tras una terapia consistente en charlas informativas sobre que los Reyes Magos si son de verdad, consiguieron tranquilizar a la pequeña con el consiguiente disgusto para todos.
